Los ángeles también aprenden a volar...
Site en français : http://ameliedurand31.wix.com/channeling
Creo que para reencontrar la mujer salvaje en sí, es importante recordar que llevamos también las heridas de las otras mujeres. Entonces si curamos nuestras propias heridas, también curamos las heridas de las otras mujeres y en esto, les permitimos acercarse a su sí mismo salvaje.
Son unas diosas. Aceptan su divinidad. Den la luz... No hay más divino que eso...
canalización del 13 de octubre de 2015 :
Buenos días Señoras.
Bienvenidas sobre el camino de luz.
Bienvenidas al interior de ustedes, a lo más cerca de su diosa interior.
El camino no fue siempre fácil, encontraron varios obstáculos, pero ustedes están allí.
Ustedes están allí y eso es lo que importa.
Ustedes están allí, de pie, brillantes, sublimes, y la tierra está feliz de acogerlas.
Es a veces difícil olvidar las heridas, a veces difícil de olvidar las luchas que tenemos la impresión de deber llevar. Cada día, desde siempre y para siempre.
Porque ustedes llevan en sus luchas las luchas de las mujeres de ayer y las de las mujeres de mañana.
Nuestro sufrimiento es también el sufrimiento de todas las demás.
Pongamos las armas. Comencemos a querernos verdaderamente. Si fuimos capaces de llevar los sufrimientos de los otros, somos también capaces de llevar su amor.
Atémonos, unas con otras hacemos de nuestras luchas pasadas la fuerza unida de nuestro corazón en la transmisión del amor.
Ustedes tienen tanto para dar, tanto para amar, pueden desvelarse...
Detrás de la piedra se esconde la luz. Forjamos sólidamente esta piedra alrededor de nosotras para protegernos de nuestra potencial fragilidad. Ya es hora de desvelar el oro que se esconde debajo de esta piedra.
No necesitamos más protegernos porque no peligramos.
No tenemos más que proteger el oro en nuestro corazón, velándolo no será robado, le permitirá a cada uno darse cuenta que él mismo oro está en su interior.
Nosotras somos tesoros, somos regalos. No tengamos miedo más de ver nuestra belleza, allí donde está. Justo allí. Justo aquí, justo ahora.
Sus luchas no son vanas. Avanzamos siempre pero nunca retrocedemos.
Hasta cuando la tempestad parece ser más fuerte recuerden que nunca están solas y que son más fuertes que esta tempestad. La tempestad es sólo un mensaje.
Escuchen y ustedes no serán sobrepasadas más, llevadas, aniquiladas, impotentes...
No ignoren lo que ya está allí, sino acepten que necesitan tiempo para acogerlo.
No hay regla, no hay ley. Lo que es justo para mí es justo para mí.
Respetemos nuestras diferencias, aceptemos el apoyo y la mano tensa allí donde está.
Apoyar al otro no es decirle «Es así que debe ser» pero «si lo necesitas, estaré allí para ayudarte a atravesarlo».
No tengan miedo, ustedes tienen las soluciones, los caminos, los faros mágicos para alumbrar estos caminos. Todo está allí a dentro de ustedes. Confían en ustedes. Conecten a dentro de ustedes y estén justas con lo que pasa a dentro. Lo que pasa por dentro es la información más preciosa para mostrarme cómo avanzar.
Ustedes son creativas, dan la luz, cómo no ver en eso una parte divina...
Eres una diosa. Acepta tu divinidad. Das la luz... Que es más divino que eso...
No tengan miedo de la mujer salvaje y sagrada quien ustedes son.
Liberen de esta creencia falsa referida desde siempre que nos hace sentirnos mal con nuestro femenino.
No importa su historia, ni sus heridas, ni sus miedos, son esta mujer sagrada, son esta diosa.
Hagan la paz con ustedes mismas. Y si esto debe tomar tiempo, así sea...
El importante es guardar siempre en alguna parte dentro de sí, esta convicción que hay en nosotras este sagrado, este divino y que un día por fin, de verdad, nos parecerá finalmente evidente.
Somos juntas. Somos unidas. Adelantamos dando la mano.
Me gusta lo que veo en ustedes, sobre todo cuando recuerdo que el otro es mi espejo. Entonces finalmente puedo acordarme de toda la belleza que existe dentro de mí.
Gracias por ser. Gracias por sus luchas, gracias por sus heridas. Lo que ellas curaron en ellas, ellas lo curaron en mí
Gracias a ustedes me siento mejor. Ninguna lucha es vana. Pongamos las armas, todo va bien.
Gracias.